Qué es la Ley de Atracción

La Ley de Atracción dice: “todo aquello que es similar se atrae”. Aunque esto pueda parecer una declaración bastante simple, define la Ley más poderosa del Universo, una Ley que afecta a todas las cosas en todo momento. Nada existe que no sea afectado por esta poderosa Ley.

La Ley de Atracción no sólo es la más poderosa del Universo, sino que es necesario entenderla para que puedas usarla a tu favor. Tienes que comprenderla para que tenga sentido cualquier cosa que experimentes, o que veas que experimentan los demás. Todo lo que están viviendo tú y las personas a tu alrededor está siendo afectado por la Ley de Atracción: es la base de todo lo que ves manifestándose, de todo lo que experimentas.

Tener consciencia de la Ley de Atracción y comprender cómo funciona, es esencial para vivir una vida con propósito. De hecho, es esencial para vivir la vida gozosa que viniste a vivir.

La Ley de Atracción siempre está presente

La Ley de la Atracción dice: todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo. Cuando dices “Dios los cría y ellos se juntan”, en realidad estás hablando de la Ley de Atracción. Tienes prueba de ello cuando te levantas sintiéndote infeliz, y luego durante todo el día las cosas no hacen más que empeorar, hasta que al final dices: “No tenía ni que haberme levantado de la cama”. También puedes verlo en tu sociedad cuando la persona que se la pasa hablando de enfermedades también se la pasa enferma y la persona que se la pasa hablando de prosperidad goza de ella. La Ley de la Atracción también es evidente cuando con el dial de la radio sintonizas, por ejemplo, la frecuencia 88.9 FM, porque sabes que las señales de radio entre el centro de transmisión y tu aparato de radio deben ser idénticas.

Cuando empieces a comprender —o mejor, a recordar— la poderosa Ley de Atracción, las pruebas serán evidentes, porque comenzarás a reconocer la correlación exacta entre lo que has estado pensando y lo que se ha manifestado en tu vida. Nada aparece porque sí en tu experiencia. Lo atraes todo. Sin excepción.

Tú Creas Tu Propia Realidad

Puesto que la Ley de Atracción está respondiendo a tus pensamientos en todo momento, es correcto decir que tú creas tu propia realidad. Todo lo que experimentas lo atraes gracias a que la Ley de Atracción responde a los pensamientos que has estado proyectando.

Tanto si recuerdas algo del pasado, como si observas algo en el presente o imaginas algo del futuro, el pensamiento en que te enfocas en tu poderoso momento presente, ha activado una vibración en tu interior y la Ley de Atracción responde de inmediato.

Con frecuencia, cuando las personas se encuentran en situaciones indeseadas, están seguras de no haberlas creado. “¡Nunca me habría hecho esto a mí mismo!”, exclaman. Y, ciertamente, no lo atraen deliberadamente a su experiencia. Sin embargo, como seguramente es tu caso, tienes que saber que sólo tú puedes provocar lo que sea en tu experiencia, pues nadie más tiene el poder de atraer lo que llega a tu vida.

Al enfocarte en algo indeseado, o en la esencia de ese algo indeseado, lo has creado de manera inconsciente. Al no entender las Leyes del Universo, o las reglas del juego, por así decirlo, has invitado cosas indeseadas a tu experiencia porque les has prestado atención.

Eres un Imán

Para comprender mejor la Ley de Atracción, considérate como un imán que atrae hacia sí la esencia de lo que está pensando y sintiendo. Y así, si te sientes feliz, atraes felicidad. De igual manera, si te sientes gordo, no puedes atraer la delgadez. Si te sientes pobre, no puedes atraer la prosperidad, y así sucesivamente. Eso desafía a la Ley.

Pensar en algo es invitarlo

Cuanto más entiendes el poder de la Ley de Atracción, más interés tienes en dirigir deliberadamente tus pensamientos, pues obtienes aquello en lo que piensas, tanto si lo deseas como si no.

Aquello en lo que piensas es lo que empiezas a invitar a tu experiencia, sin excepción. Cuando piensas un poco en lo que quieres, a través de la Ley de Atracción, ese pensamiento se hace cada vez mayor y cobra más fuerza. Cuando piensas en algo que no quieres, esa misma Ley lo atrae hacia ti, y también se amplifica. Cuanto más se amplía ese pensamiento, más fuerza de atracción adquiere, y por lo tanto, más seguridad hay de que recibas esa experiencia.

Cuando ves algo que te gustaría experimentar y dices: «Sí, me gustaría tener eso», gracias a la atención que le prestas lo invitas a tu experiencia. Pero cuando ves algo que no quieres experimentar y gritas: «No, no, ¡no quiero eso!», también lo estás invitando a entrar en tu experiencia debido a la atención que le estás prestando.

En este Universo basado en la atracción, no existe la exclusión. La atención que prestas a algo hace que lo incluyas en tu vibración, tanto si lo quieres como si no. Y si lo mantienes en tu atención o conciencia durante el tiempo suficiente, la Ley de Atracción lo traerá a tu experiencia, puesto que el «No» no existe en un Universo que se basa en la atracción, si no quieres algo tu atención dice: « ¡Sí, ven a mí cosa que no quiero!»

Afortunadamente, en esta realidad física de tiempo-espacio, las cosas no se manifiestan al instante. Hay un maravilloso tiempo intermedio entre que empiezas a pensar en algo y el momento en que se manifiesta. Ese tiempo intermedio te ofrece la oportunidad de redirigir más y más tu atención hacia la dirección de las cosas que realmente quieres que se manifiesten en tu experiencia. Y mucho antes de que suceda (de hecho, cuando pensaste por primera vez en ello) puedes saber, por cómo te sientes, si eso que deseas se va a manifestar o no. Si sigues prestándole atención -tanto si es algo que deseas como si no-, se manifestará en tu experiencia.

El desconocimiento de la ley no te exime de sus efectos

Esta Ley te afecta aunque no entiendas su funcionamiento o la desconozcas por completo. Y aunque nunca hayas oído hablar de la Ley de Atracción, su poderoso efecto es evidente en todos los aspectos de tu vida.

Mientras consideras lo que estás leyendo acá y comienzas a notar la correlación entre lo que estás pensando, lo que estás diciendo y lo que estás obteniendo, más entenderás la poderosa Ley de Atracción. Y cuando dirijas deliberadamente tus pensamientos y te enfoques en las cosas que quieres atraer a tu vida, empezarás a recibir las experiencias que deseas en todos los aspectos.